viernes, 30 de noviembre de 2012

INICIACIÓN EN LA PRÁCTICA SEXUAL

Utilizamos el concepto de trayectoria sexual (Grimberg, 1999) para dar cuenta primero, de la sexualidad como proceso que no sólo se desenvuelve, sino se construye en una historia con otros, y segundo, de las singularidades de esa historia en los sujetos, sobre todo de un proceso que implica la iniciación sexual y el desempeño sexual posterior. Nuestro interés se ha centrado en las definiciones y sentidos dados por los jóvenes, y en el análisis de cuatro dimensiones: el rol de iniciativa y sus modalidades, el control de la situación, los márgenes de negociación, y el lugar del deseo y el placer.
En todos los casos, las narrativas sobre la iniciación sexual focalizaron en la penetración vaginal con el sentido de "pérdida de la virginidad". Desde este contexto interpretativo, más de la mitad de las mujeres se inició entre los 15 y los 17 años, en seis de ellas más temprano; la mayoría de los varones, entre los 15 y los 16 años. La mitad de ellas se inició con su "primer novio", las restantes con otras parejas y en menor medida con su pareja actual. Seis de los varones se iniciaron con su "primera novia", siendo esto más significativo entre los más jóvenes, la mayor parte, con mujeres mayores o bien con "prostitutas".

En la mayor parte de las mujeres su iniciación sexual estuvo signada por una fuerte presencia de estereotipos de carácter normativo-valorativo en torno del amor, la sexualidad y los roles de género; así como por fantasías cargadas de diversos "miedos" relacionados con el dolor, el embarazo y el abandono.

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